Pero no puedo odiarte...

Aúllan las ganas que tengo de verte.
Desgarra la sed, tiemblan las dudas.
Me doblan las uñas, que quieren tocarte.
Dispara la paz, enferman las curas.

Me invitan los días a olvidarte.
Y los rechazo, aunque ni llegues ni hayas llegado.
Aunque por arriesgar pierda cada gramo de mi suerte.
Me rindo... me rindo... me quedo a tu lado.

Bailan las ganas que tengo de herirte.
Quema el mar, ennegrece la Luna.
Me vacían las palabras que quiero escupirte.
Sana la cal, amarga la cordura.

Me invitan las locuras a amarte.
Y las rechazo, aunque me quieras y me hayas querido. Aunque me ames y me hayas amado...
Aunque por odiar pierda cada recuerdo de mi mente.
Me rindo... me rindo... me has perdido.  Pero nada fue en vano.
                                                          

No te olvides

Mírame, si es que crees que puedes mirar.
Ríe, si es que crees que mereces reír.
Y ama, si ya no te sientes el alma.
Y teme, si no has llorado nunca del miedo.

Cállame, si es que crees que puedes callar.
Vive, si es que crees que mereces vivir.
Y grita, si ya no te encuentras la calma.
Y vuela, si no has levantado nunca los pies del suelo.

Tócame, si es que crees que puedes tocar.
Miente, si es que crees que mereces mentir.
Y dispara, si ya no te hieren las balas.
Y muerde, si no has probado nunca el cielo.

Ámame, si es que crees que puedes amar.
Témeme, si es que crees que puedes temerme.
Y grítame, dispárame o muérdeme.
Pero no te olvides de hacerme volar...