Recovecos

A veces nos enredamos tanto para tocar corazones que olvidamos que los temas más sencillos suelen ser los que más sentimos. Podríamos simplemente hablar de nuestras quimeras; describirlas en palabras, sin recodos ni reservas. Podríamos comentar historias que nunca tuvimos, que nunca lloramos. Y balbucear sobre cuánto las soñamos. 

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