A veces me veo a mí misma, desde el exterior, como si estuviera rememorando un recuerdo. Solo que no lo es y está pasando en realidad. Me miro y dudo de mi propio reflejo. Y justamente en ese instante es cuando más siento y percibo todo. Se me eriza la piel y mis pulsaciones se disparan. Entonces me pregunto si alguien lo ha sentido alguna vez o si soy la única. Y si lo soy, ¿significa que cada persona experimenta una serie de sensaciones que nadie más nota?
Se me eriza la piel...
Como si de solo pensarlo todo adquiriera un sentido diferente. Más completo. Más utópico, al fin y al cabo.
Has despertado ciertas cosas en mí (enhorabuena, no mucha gente lo ha conseguido) y no sé si podré dormir sin pensar en ti de nuevo (¿premio o carga? Corre, elige rápido). Has despertado una inquietud por vivir(gracias) y has logrado tantas, tantas cosas sin ni siquiera esforzarte (que me asusta pensar en cómo me harías sentir si fueras consciente de ello)... Y lo haces ver tan simple, tan sencillo... Tan tú (cuando te ríes) y tan poco tú (cuando nadie te ve). Cuando cierras la puerta, apoyas tu espalda y no rompes a llorar. Quien está roto no puede hacerse añicos por esos sentimientos. No. No puede. No puedes.