pobre, perdida, pequeña


pronunciaré estas palabras
aunque corrompan este poema
aunque no pueda probarlas
prometo pisar esa piedra
para no parar
pero siempre sin prisa, perpleja
pequeña
de párpados pegados
sin creer mis propias promesas
porque a veces perderé si pienso
en tu pelo tu pulso tu cuerpo


donde no los quiero

Vivas, libres, unidas


Sé que hay mil cosas que deben cambiar. Sé que todavía hay mucho camino por recorrer. Pero no puedo evitar mirar atrás y que una extraña calidez recorra mi cuerpo de pies a cabeza. Por primera vez miro atrás sin querer que te atraviese mi voz, sin querer que te veas en mis ojos y nazcas de nuevo. Por primera vez, simplemente te miro, sentándome a tu lado, apretando tu mano con fuerza. Y no importa si no puedes verme o escucharme. No importa si eres solo un reflejo, un recuerdo. Solo quiero tenerte entre mis dedos un momento, contemplarte con un brillo nuevo en mis ojos.
Solo quiero decirte que cada día habrá más luz.