Recuerdo que antes sólo quería congelar cada momento. Dejarlo inmóvil. Y que, así, desde fuera, pudiera observarlo con atención sin perder cada minúsculo detalle, cada respiración lenta, cada aceleración de mi pulso.
Pero ahora no. Ahora sólo quiero dejarlo correr, sentirlo difuso, imperfecto. Quiero olvidar la nitidez y centrarme en lo nublo. Quiero que sólo permanezca la confusión de mis sentidos, el temblor de mi corazón: la sensación de que vivo. De que estoy viva.
4 comentarios:
a mi tb me encantaba dejar "todo grabado" para analizar y contemplar, pero ni la memoria ni los recuerdos logran reflejar con exactitud el momento que se vivió. así que a vivirlo no más. saludos!
El desconcierto, la inquietud, el dinamismo, es a la vez la certeza de estar viviendo. El movimiento, a su vez, deforma las figuras... :)
Me gusta el blog, sigo leyendo.
¡Beso, Celia!
" De que estoy viva" muy muy bonito.
Saludos.
"Sentirlo difuso, imperfecto" me gusta tu última forma de ver las cosas y sentirlas.
Hay veces que sólo se necesita cerrar los ojos con fuerza para comenzar a ver.
Un besito muy grande y me tendrás por aquí ganduleando.
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