Ni si quiera sabes si existe.
Y parece que la niebla a tu alrededor nunca se va a disipar. Parece que cada día hay más y más. Parece que no te puedes deshacer del gris que te oprime el pecho. Casi no puedes verte. Y tú, ¿quién eres? ¿Quién serás? ¿Qué has venido a hacer aquí? ¿Quién eres? ¿Qué tienes tú qué ver con el mundo? ¿Quién eres? ¿Por qué estás aquí?
Sin embargo, un día encuentras respuestas que ahuyentan al gris, a la niebla y al vacío. Un día encuentras tu atlas, te das cuenta de que no podrás saciar todas tus dudas, pero que al menos sabes que el mundo empieza contigo y que tú eres el único responsable de expandir sus horizontes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario