C:

Es un poco extraño. He pensado en ti muchas, muchas veces. Aunque ni siquiera sé tu cara. Aunque ni siquiera sé tu nombre. 
He pensado en ti, mirando al techo. 
He pensado en ti, cerrando el puño. 
He pensado en ti y se me ha roto el alma.
Y el jueves pensé en ti. Pensé en ti más que nunca. Y grité hasta que me dolió la garganta. Grité hasta que las palabras se mezclaron unas con otras, y al mismo tiempo, cobraron cada vez más y más sentido.
Y no sé si tú estarías gritando o no, si tendrías fuerzas para despegar los labios. Solo sé que tu voz me llegó.
Tu voz nos ha llegado a todas.

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