Que Pepica nos pille confesados

 "Está un poco bizca" - comentario de anónimo sobre Pepica.
No sé por qué, ha surgido así, pero hoy os voy a hablar de una "persona" que conocí este año: Pepica.
Pepica es esa típica mujer creo de 88 años mentales, atrapada en un cuerpo de 50 (y probablemente lo lleva siendo toda su vida); de esas personas que jurarías que nacieron ya con la menopausia.
Pepica es la típica de las colas del Mercadona; la que te ruega que le dejes pasar primero porque solo lleva unas toallitas hipoalergénicas para que no se le irrite... la sonrisa. Y seguro que es también de las que pagan con moneditas de 5 céntimos. 
La versión joven de Pepica (si es que es posible que la haya) es la católica estereotipada que en Semana Santa te pisa los pies con el carricoche y luego te mira con cara de "Eso es que te ha castigado el señor por no haber visto las 394018439018 procesiones de hoy. Maldito ateo".
Pepica es la típica madre que le prohíbe ver la tele a sus hijos (los típicos hijos que la llevarán a una residencia cuando chochee aún más).
Pepica es de esa gente que si escucha la palabra "pene" se desmaya.
Básicamente, Pepica es la típica "persona" que, por mucho que intentes huir de ella, acaba encontrándote, como si para ella fueras el presentador del programa de Saber Vivir.
Y por eso escribo esa entrada (no por ningún rencor hacia su persona, como que me dijera el otro día que no vocalizaba, qué pedazo de ****), para advertirte. Si tienes a una Pepica en tu vida, la única posibilidad de supervivencia se concentra en seis letras: correr. (Recuerda: tiene los músculos atrofiados de tanto quejarse del ateísmo)


2 comentarios:

Secsi Arasely dijo...

DU YA LAIK IT OR NAT? AIM KISSING YOR MAN. >:__(

Celia P. dijo...

No, no me mola, Secsi Arasely.