No sé si pensaba que era un fraude o un fracaso, algo roto e inane. No sé si pensaba. Estaba perdida en un laberinto que había edificado ella misma. Se había hundido entre las rosas y desangrado con sus dardos. Y la salida...la salida se distorsionaba por la incierta mediocridad que ella se había infundido en sí. Pobre niña perdida, desorientada en su isla desierta. ¿Por qué no miras atrás, niña perdida? ¿Por qué no bajas la vista y miras tus manos? Pero el azul lágrima de sus pupilas no le permitía ver los muchos dedos que se aferraban a sus muñecas. Pobre niña perdida, que no puede vislumbrar el brillo en los ojos de quienes la quieren.
¿Cuándo vas a volver, niña perdida? ¿Cuándo vas a ser de nuevo la niña alegre de la pintura y las claves de Sol?
Aquí, en nuestro jardín, te echamos de menos.
2 comentarios:
Me encanta como escribes, además me ha recordado a una situación cercana. Solo espero que sea capaz de ver el camino
Te sigo para leerte :)
Me encantaría que pasaras a echar un vistazo a mi blog si puedes
Waw! Que lindo lo que escribís! Me encantó :)
http://albenpocaspalabras.blogspot.com.ar/
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