Sé que hay mil cosas que deben cambiar. Sé que todavía hay mucho camino
por recorrer. Pero no puedo evitar mirar atrás y que una extraña calidez
recorra mi cuerpo de pies a cabeza. Por primera vez miro atrás sin querer que te atraviese mi voz, sin querer que te veas en mis ojos y nazcas de nuevo. Por
primera vez, simplemente te miro, sentándome a tu lado, apretando tu mano con fuerza.
Y no importa si no puedes verme o escucharme. No importa si eres solo un
reflejo, un recuerdo. Solo quiero tenerte entre mis dedos un momento, contemplarte con un brillo nuevo en mis ojos.
Solo quiero decirte que cada día habrá más luz.
Solo quiero decirte que cada día habrá más luz.
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