Me pregunto si es ella o es mi mano. Si es su palidez o mi opacidad. Si son los pigmentos de mis pinturas, que han olvidado el concepto de literatura, o si es el arte en sí, que evita, receloso, que sus alas se desdibujen en el papel y decoren el aire.
Y, sin embargo, me asusta la idea de que lo consiga, de que huya de este cuaderno y no mire atrás, y...
...y no pare a reflejarse en mis ojos.
3 comentarios:
Hola! Precioso... ¿Relato? Perdona mi duda, pero tiene un no sé qué poético que me hace preguntarme qué diantres es. A mí, me da igual. Es precioso y eso es lo que importa! ^^ Me he pasado por algunas de tus otras entradas (y, si te soy sincera, hay algunas que no entiendo en lo más mínimo) y creo que tu estilo es impresionante. Y muy diferente.
Te invito (porque soy así de especial) a que te pases por mi perfil y visites un blog que tengo con mis amigos. No es necesario, por supuesto.
No hay botón de me gusta para esto? hahaha
:) Cambia bastante de oírlo a leerlo, pero sigue siendo muy bonito.
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